Roger Moore: adiós a un dandy que fue un 007 santo y audaz
Apuesto y humilde, el británico fue quien más veces interpretó a James Bond, aunque no se tomaba demasiado en serio el rol que lo consagró en todo el mundo
El actor británico Roger Moore, reconocido por interpretar el papel del espía James Bond, murió este martes a los 89 años en Suiza, informó su familia.
Moore se hizo famoso por su interpretación del espía británico durante siete entregas en la década del 70, de las cuales se destacan "La espía que me amó" y "Vivir y deja morir".
También se puso en la piel de Simon Templar en la popular serie de televisión "El Santo", que se transmitió en los años 60.
En el mensaje, que fue firmado por sus hijos, se puede leer: "Gracias pá por ser tú mismo y ser tan especial para tantas personas".
El actor será enterrado, de acuerdo con su deseo, en Mónaco, ciudad de la que se había convertido en embajador.
"El amor del que fue rodeado en sus últimos días fue tan grande que no puede ser explicado con palabras", continúa el comunicado.
"Nuestros intenciones ahora están en apoyar a Kristina, su esposa, en este difícil momento".
Roger George Moore nació Stockwell, en el sur de Londres, el 14 de octubre de 1927. Era hijo de un policía.
Su porte como modelo y algunas interpretaciones en teatro fueron las razones para emigrar a Estados Unidos para trabajar como actor.
A los 15 años ingresó a una escuela de arte, donde se convirtió en asistente de un estudio de animación, donde al parecer mucha de la diversión era por su cuenta.
"Era tal vez la persona con menor rango en todo el edificio. Me enviaban por cosas como un recipiente lleno de agujeros que llevan los rollos de fotografía y el tipo del almacén me decía que no tenía nada de eso y entonces yo replicaba con lo otro que me habían pedido '¿y una pintura arcoíris?'", recordó Moore.
Fue despedido por incompetente, pero al poco tiempo tuvo un golpe de suerte: su padre, que era sargento de la policía, fue llamado para investigar un robo en la casa del director Brian Desmond Hurst.
El padre de Moore logró que Desmond Hurst incluyera como extra a su hijo en la producción que estaba dirigiendo: César y Cleopatra.
Su salto a Estados Unidos lo ubicó en la primera línea de la actuación: protagonizó junto a Elizabeth Taylor "En la última vez que vi a París" y estuvo al lado de Lana Turner en la conocida "Diana".
Pero no fue el cine lo que le dio la fama. Sino fue la televisión. Y fue un ladrón, que no tenía nada de 007 precisamente, quien lo encaminó en el firmamento de los actores: Simon Templar, alias El Santo, una adaptación de las novelas del británico Leslie Charteris.
Durante siete años, Moore interpretó a Templar y se convirtió en un ícono en ambos lados del océano.
Después del éxito de "El santo", Moore continuó con su carrera en la televisión con otro exitazo: "Dos tipos audaces".
En esta serie, Moore interpretaba a un aventurero que era un millonario venido a menos. Estaba acompañado del actor estadounidense Tony Curtis. Una dupla única
Roger señaló que nunca fue consciente de que los productores de James Bond lo querían para el papel del espía británico y solo se enteró de su interés cuando en 1966 Sean Connery anunció que dejaba el papel.
Sin embargo, no fue un reemplazo inmediato: George Lazemby hizo de James Bond en "Al servicio de su majestad" en 1969 y se rumoreaba que se le había ofrecido cerca de US$2 millones de Connery para que regresara al papel. Pero el escocés no aceptó.
Entonces llegó 1973 y se anunció que Moore sería el nuevo James Bond. Su primera aparición fue en "Vivir y dejar morir".
Moore se convirtió en el actor que más tiempo interpretó el papel del espía: 12 años. Y la suma de la taquilla de las siete películas que lideró lo hicieron el actor más rentable de toda la franquicia.
Sus siete películas fueron: "Vivir y deja morir" (1973), "El hombre de la pistola de oro" (1974), "La espía que me amó" (1977), "Moonraker" (1979), "Solo para sus ojos" (1981), "Octopussy" (1983), "En la mira de los asesinos" (1985).
Tuvo tres hijos y cuatro matrimonios. En 1993 logró recuperarse con éxito después de que se le descubriera que tenía cáncer de próstata.
Después de la saga Bond, Moore salió en otros filmes que no tuvieron el mismo éxito del agente 007.
Entonces se volcó a las labores humanitarias como embajador de buena voluntad de Unicef. Por esta iniciativa y sus años como "agente de su majestad la reina" en el cine, fue convertido en caballero de la corona británica en 2003.
Aunque había nacido en Reino Unido, dividía su residencia entre Mónaco, donde había sido declarado ciudadano ilustre y Suiza, donde vivía con su esposa Kristina.
Pero a pesar de sus incontables películas y series, el peso de James Bond estuvo siempre acompañándolo. Y de eso era consciente.
"Claro que no me arrepiento de los días que hice de James Bond. Me arrepiento del hecho de que los héroes en general son mostrados con un arma en sus manos y para ser honesto, siempre he odiado las armas y lo que representan".