A 50 AÑOS DE LA FRASE QUE PUSO A LOS BEATLES POR ENCIMA DE JESÚS
Se cumple medio siglo cuando las expresiones de John Lennon conmovieron los Estados unidos y comenzó el boicot mas intenso contra la música de los genios de Liverpool. Fue también la gota sobre un vaso casi lleno que decidió el fin de las giras
Un reportaje a John Lennon, que se editó el Inglaterra el 4 de marzo de 1966, tuvo una serie de preguntas y respuesta por parte del ex Beatle que no tuvieron gran trascendencia en ese momento, hasta que una revista para adolescentes de Estados Unidos, tomo una "picante” definición del músico y estalló una bomba en ese país que derivó en una de las campañas mas duras en contra el cuarteto de Liverpool, y que incluso hizo temer por la vida del líder de la banda.
“Los Beatles son más famosos que Jesús ahora. No sé qué acabará primero, si el rock and roll o el cristianismo.” Publicó la revista de EE.UU. DataBook en su tapa el 29 de julio de 1966, casi cinco meses después de la nota original escrita y publicada en Londres por la periodista Maureen Cleeve y eso desató la “guerra anti Beatle” en ese país.
La afirmación de Lennon que los Beatles eran más famosos que Jesús desató una de las mayores campañas en contra de la música de los fab four en todo los Estados Unidos. Mucho antes de la era de las redes sociales y las viralizaciones, el beatle provocó una reacción que tocó fibras muy sensibles y que dejó marcas en la banda.
El boicot a los Beatles empezó en Alabama cuando el conductor de radio Tommy Charles escuchó el comentario de Lennon a través de un empleado y decidió no pasar más la música de los Fab Four.
La reacción en cadena provocó el interés del The New York Times que hizo de Lennon, un asunto nacional. Para ese momento estallaron protestas en México y en Sudáfrica. Hasta el Vaticano se vio obligado a emitir un comunicado.
Todo esto sucedió, a días de las tercera gira a ese país, y luego de la mala experiencia de The Beatles en la gira por Japón y Filipinas donde también fueron agredidos por diferentes motivos y tuvo una tensión que hizo mella en el humor de los músicos, que comenzaron a analizar internamente la idea de abandonar las actuaciones en vivo.
Muy lejos parecía quedar el 4 de marzo de 1966 cuando la periodista Maureen Cleeve hizo una serie de notas sobre cómo era la forma en que los cuatro de Liverpool vivían, ahora que eran grandes celebridades y la beatlemanía era un fenómeno de carácter global como pocas veces se había visto en el mundo de la música.
En Inglaterra el manager de los Beatles Brian Epstein prestó atención al conflicto: Voló a Nueva York donde dijo que las palabras de Lennon habían sido mal interpretadas y adelantaba unas disculpas en nombre del grupo.
En agosto de 1966 el grupo viajó a los Estados Unidos y la esposa de Lennon, Cynthia, confesó que el músico estaba amargado por el efecto de sus opiniones en ese país. En la primera parada, en Chicago, los cuatro Beatles ofrecieron una conferencia de prensa. Minutos antes Lennon adelantó que no estaba dispuesto a disculparse por su manera de pensar.
Epstein se reunió a solas con él en su habitación y junto a su agente de prensa Tony Barrow, allí Lennon dijo “díganme como se resuelve esto, sire lo que haya que decir, pero quiero pedir perdón, porque no creo que haya que pedir perdón”, y en un momento, según el mismo Barrow, el músico se puso a llorar desconsoladamente.
La conferencia fue muy vaga y John no tuvo mucha convicción en sus respuestas, aunque si aclaró que no quiso decir lo que finalmente dijo, la explicación fue muy ambigua
La gira, que fue la más corta y a la vez reedituable de las tres que hicieron en EE.UU, sufrió protestas en varios estados, muchas de ellas organizadas por el Ku Klux Klan, y esa tensión se sintió en casi los 20 días que estuvieron allí y generó situaciones conflictivas en la interna del grupo por la insistencia de Brian Epstein de seguir adelante. Hay quienes dicen que el principio del fin de los Beatles se produjo en Alabama, cuando comenzaron las reacciones en contra del cuarteto.
La amenaza de un atentado y la posibilidad de un ataque con francotiradores especialmente con John estaban latentes según la seguridad que los acompañaba. Llegaban a los estadios, en los micros agachados debajo de las ventanillas.
A mitad de la gira, el 19 de agosto de 1966 en el MD Coliseum de Memphis fue el momento de mas tensión, cuando Los Beatles tocaban la tercera canción, alguien lanzó un petardo desde la platea que sonó como un disparo, y tanto los asistentes del grupo, como Ringo, George y Paul miraron a John y todos pensaron verlo ya en el piso con un disparo en el pecho, según relataron testigos después del evento.
La gira terminó diez días después, y toda esta tensión vivida, sumado al maltrato que recibían en los show, donde la gente no escuchaba y no tenían las comodidades básicas para actuar por falta de escenarios profesionales, y la desorganización de Esptein que no conseguía las mejores habitaciones en los hoteles donde tenían que vivir, gestó la decisión de terminar con las giras.
El 29 de agosto en San Francisco fue el último show de los Beatles en vivo, ellos ya lo sabían y fue el comienzo de el quiebre interno del grupo, los enojos y la depresión de Epstein que un año después se suicidaría, y tal vez el largo final de la banda más poderosa de la historia.
Cuando regresaban en el micro del Clandestick Park de San Francisco, cansados y molestos, George Harrison, según señaló Barrow, dijo en voz alta. “Listo se terminó, ya no soy un Beatle”. Los historiadores también sostienen que 15 minutos después que terminó este concierto se “inventó la industria de los conciertos en vivo de rock”